viernes, 17 de agosto de 2012

Atardecer

Las olas se mecen suavemente. El olor a mar y arena alcanza nuestro sentidos. El cielo, despejado, está del mismo color que tus ojos, pues está atardeciendo.

Te sientas. La suave arena roza tu piel. Ojalá pudiera ser ella para poder acariciarte.

Tienes la vista fija en el mar. Tu mirada es seria, pero tienes una enigmática sonrisa en el rostro. Me encanta, no sabes qué curiosidad siento por saber lo que piensas cuando sonríes así.

¿Sabes qué más despierta la curiosidad en mí sobre ti? Tus ojos. Son de un color extraño, naranja. Como cuando atardece. Como ahora.

Para mí eres todo un misterio, y sabes que los adoro.
Creo que me he enamorado.

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